Nadie puede negar que vivimos en unos tiempos de cambio. Continuamente escuchamos hablar de una generación de Nativos Digitales que parecen llegar a este mundo conectados a un móvil o una tablet. Se habla de la facilidad que tienen nuestros jóvenes para manejar los distintos artilugios tecnológicos y de cómo se mueven por la red como pez en el agua.
Al mismo tiempo leemos noticias preocupantes sobre la falta de capacidad crítica de nuestros alumnos (ver artículo) y escuchamos cómo la saturación tecnológica que les rodea es la responsable. Como solución al problema, se prohibe el uso del teléfono móvil en clase...
Pero, ¿es así como se puede motivar realmente al alumnado? Algunos docentes afirman que a nosotros no nos hacían tantas filigranas y aprendíamos, que no teníamos tanta tontería tecnológica y hemos conseguido educarnos... Pero nuestros alumnos están rodeados de una realidad muy distinta y no podemos ignorarla.
Por eso, el ABP se convierte en un poderoso aliado que puede conseguir aunar los intereses de los alumnos: su pasión por lo digital, lo nuevo y lo inmediato se puede combinar con los contenidos curriculares con los que tienen que trabajar, experimentar y aprender. No podemos pretender impartir una clase magistral y que nos escuchen boquiabiertos... Nuestros alumnos están rodeados de estímulos constantes de los que desconectan sintonizando con otro nuevo tan pronto como el anterior les parece mínimamente aburrido o el nuevo irrumpe de forma llamativa.
A veces se critica a los jóvenes que acuden a nuestras aulas achacándoles falta de interés y falta de motivación, pero, en realidad, están deseosos de ponerse manos a la obra tan pronto como se les hace partícipes de la experiencia educativa y se les da voz (como demuestras las experiencias que nuestros embajadores comentaron en el maratón del jueves [ver aquí]).
Motivar, empoderar y fomentar el aprendizaje activo. Esas son las claves del ABP y el motor de eTwinning. Esas son las claves y, a la vez, el reto que tenemos ante nosotros: motivar a nuestros alumnos para que descubran su voz mientras participan de forma activa en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Y este mi deseo de mejora en la docencia (ver).
Un proyecto europeo que sume a la fuerza metodológica del ABP una dimensión intercultural y multilingüe que permita que nuestros alumnos desarrollen su potencial al tiempo que exploran su conciencia de ciudadanía europea.
¿Te animas a compartir el tuyo?
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