eTwinning aboga por un aprendizaje basado en proyectos de cadidad que han de estar integrados en el currículo y que permitan poner de manifiesto las nuevas corrientes de innovación pedagógica y dar rienda suelta a la creatividad. Con dichos proyectos se busca la cooperación y la colaboración entre socios y centros asociados.
Imagen del blog eTwinning.es
Nuestros alumnos viven en una sociedad móvil en la que las nuevas tecnologías y los nuevos medios de comunicación acortan las distancias. Viven en un mundo que poco se parece al que rodeaba a las escuelas del siglo XIX. Nuestras aulas, nuestra enseñanza ha de reflejar estos cambios y ofrecer a nuestros alumnos una educación de calidad que les capacite para ser ciudadanos del siglo XXI capaces de pensar por sí mismo, de adaptarse a los nuevos cambios que les esperan y de ser ellos mismos los motores de nuevos cambios. Un Aprendizaje Basado en Proyectos llevados a cabos a través de la plataforma eTwinning nos permitirán prepararlos para la sociedad en la que viven y para ese cambio del que ya forman parte. #ABPTwinning
La semana pasada tuvo lugar el primer Crossover entre ambas gracias a la coordinación de Educalab de manos de Diego Ojeda (@interele) y Miguel Ariza (@maarizaperez). Como invitados estuvimos Fran Prendes (@FPVMus), Sara Cervellera (@floyflo), Lola Rojas (@LoletaRB) y quien escribe este blog, Raquel León (@LearnTeach4Life, @MsEOITeacher).
Son varias las conclusiones que se pueden sacar de esta conversación y varios los puntos sobre los que se puede continuar glosando (una hora no permite profundizar tanto como se quisiera).
- Es imperativo caminar hacia un aprendizaje personalizado que tenga en cuenta las necesidades de nuestros alumnos. No es algo nuevo, el filósofo John Locke ya señalaba hace 300 años que una educación de calidad tenía que basarse en el temperamento y el talento de los estudiantes (la famosa teoría de las múltiples inteligencias de la que luego habló Howard Gardner). El ABP permite atender las diferencias individuales de nuestros alumnos dándoles margen sufienciente para descubrir y desarrollar sus capacidades.
- Lo más cómodo a corto plazo puede ser perjudicial a medio-largo plazo. Vivimos en una sociedad acostumbrada a que le digan qué ha de pensar. Cuando pedimos a un alumno que piense por sí mismo, la repuesta es similar a "estoy cansado". Pensar por uno mismo requiere estar despierto y cognitivamente activo: es más exigente que asistir a una clase convencional y limitarse a tomar apuntes. Pero pensar por uno mismo nos abre las puertas a la libertad y la verdadera dignidad humana.
- La creatividad es esencial para desarrollar el pensamiento crítico. Nuestros centros han de fomentar la autonomía de nuestros alumnos, devolviéndoles el derecho a equivocarse y a explorar sus intereses e inquietudes. Nuestros alumnos son inquietos y curiosos por naturaleza, hemos de alimentar esas tendencias a través de nuestros proyectos educativos y no imponerles corsés mentales.
- Hay que hacer para aprender. Dewey, María Montessori y tantos otros importantes pedagógos del último siglo hablaron de "embodied learning", de experimentar y sentir el aprendizaje en nuestro propio cuerpo. No hay que olvidar que las nuevas habilidades que aprendemos se mapean en las áreas del cerebro que controlan las funciones más básicas de tal forma que nuestra destreza manual se ve reflejada en la estrucutra de nuestro cerebro (según lo demuestran estudios de la Universidad de Chicago, como el de la Profesora Sian Beilock). Así, cuanta más experiencia sensorial se incluya en nuestros proyectos, cuanto más se relacionen con la realidad, mayor será el fortalecimiento del cuerpo calloso del cerebro que, no olvidemos, es quien facilita la comunicación rápida y fluida entre ambos hemisferios cerebrales. Por eso, hay que llevar el ABP a las aulas y hacer que nuestros alumnos manipulen los conceptos, construyan cosas. En resumen, que construyan y sean dueños de su propio aprendizaje.
- Las competencias básicas tradicionales, LEA (Lectura, Escritura y Aritmética), no son suficientes hoy en día para que nuestros alumnos accedan al conocimiento, tengan una participación social activa y lleguen a adquirir habilidades más complejas. Un ciudadano competente en el siglo XXI necesita conocer las nuevas tecnologías. La enseñanza en el siglo XXI no puede entenderse sin integrar las TIC. Nuestros proyectos no serán redondos si no integran las TIC. Conviene recordar que hay que hacer un uso integrado y con sentido de las TIC (no que las TIC campen a sus anchas en un proyecto, sin ton ni son).
- No podemos vivir aislados. Citando el título de una canción de Tenth Avenue, Bon Jovi cantaba aquello de que "They say no man is an island" y en una sociedad, como la nuestra, conectada multicanalmente necesitamos estar en contacto los unos con los otros. Tenemos que aprender a cooperar. Tanto docentes como alumnos tenemos que fortalecer nuestro Entorno Personal de Aprendizaje (PLE, PLN). El aprendizaje cooperativo por proyectos permite dar el primer paso hacia su construcción.
- Ya semos Europeos, decía Antonio Ozores en los 80. eTwinning nos permite demostrar que nuestros alumnos ya lo son plenamente y con todo derecho. El multilingüismo ya no es una opción: nuestro mundo lo es y nuestros alumnos han de aprender a comunicarse en lenguas distintas y a respetar culturas diferentes. No es necesario que la lengua sea el foco de un proyecto eTwinning: el arte, la música, las fórmulas matemáticas o químicas también son formas de comunicarse. Pero hemos de aprovechar la oportunidad de práctica y aprendizaje que el portal nos brinda.
- eTwinning integra proyectos de todas las edades, niveles y materias. Aprendemos unos de otros. Unas asignaturas se nutren de otras: no hay proyectos de ciencias o de humanidades. Cuantos más puntos de vista podamos integrar, mayor será el enriquecimiento de nuestros alumnos y el ABP permite precisamente la cooperación interdisciplinar.
- Fortalece tu PLE a través de MOOCs, plataformas como eTwinnnig y Procomún o el claustro virtual de Twitter. Tu PLE es una ventana para oxigenarte y para recordarte que somos muchos los que creemos en una educación diferente. Es un espacio para cooperar, compartir y crecer juntos.
Recuerda que ser docente es ser un apasionado del aprendizaje y la enseñanza. Contagia ese entusiasmo a compañeros y a alumnos. Juntos seremos el motor del cambio que buscamos.